Ten calma, vine a sanar tus heridas viejas.
Con métodos poco ortodoxos, solo palabras suaves
y oídos poco herrumbrados, son los que ofrezco.
No quiero tu amor, ni tu devolución ante mis atenciones.
solo doy lo aprendido de la vida.
muchos han hecho lo mismo por mi,
y así sigue la rueda.
Infinitos caminos apolinarios.
sucumben las mentes humanas,
agobiadas de la rutina.
La imposición de saber sin saber,
nos enferman.
Es más, no te propongo rutina.
el azar tiene un sabor mucho más calmo,
la intuición es la guía.
Te ofrezco mi brújula,
eso si, la misma no tiene rumbo
certero, solo caminos.
Te presto mis sandalias gastadas,
ya que yo luego quedare sentada un poco,
con los pies tocando el pasto mojado de abril;
mirando lo incierto.
Ve sin prisa, a tu vuelta estaré aquí esperando, que siga la rueda.
NOELIA.