viernes, 26 de octubre de 2012

Mi gran hombre, tu hombre.

Mientras me asomo al balcón, el susurra a mi oído lentamente. (Demasiado tiempo)
Camisa con camisa, piel con piel sentimos miedos, sin embargo los vellos se cruzaron como si nunca  quisieran desenredarse.
Porque lo prohibido cuesta tanto, porque prohibido?
El amor la cosa más sana, requiera de explicaciones absurdas.
Vos sabes que te amo desde siempre, incluso desde niños.
Lo que comienza con un juego se convierte necesariamente en amor y no precisamente por contradicción.
La fragancia hormonal no debe representar ni virilidad ni feminidad, debe representar fragilidad, deseo, pasión, odio si fuera necesario.
Cada encuentro un secreto, cada secreto una confidencia.
Presos de la fatiga del encierro, más que un hasta luego se convirtió en un hasta siempre.
Tuyo siempre. Mi gran hombre, tu hombre, si tu hombre.
Cuerpo a cuerpo, la sutileza es la encargada de no  enmendar culpas, ni castigos.
Solo tuve que nacer acá, tan solo acá, en un mundo de prejuicio y melancolía.
Cuando las arrugas quiebren la cara ellos se darán cuenta, tal vez en ese momento que los grandes amores son otra cosa, que no tiene que ver con sexo alguno. El sexo es el habitar de los grandes amores, por eso en la vejes el amor no habita trasciende.
Tuyo siempre. Mi gran hombre, tú hombre.

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