sábado, 4 de enero de 2014

NÉCTAR

Eran tan inhóspitos los encuentros, tan furtivas las miradas.
que el aire quedo mas que vació.
Eramos personas sin nombres, sin identidad aparente,
no la necesitábamos con estar juntos bastaba.

No era amor, ni refugio,
solo era un estado de constante sosiego y embriagamiento,
charlas que son historias, planteos que jamas fueron reales
se convirtieron en nuestros hermosos secretos.

Era el néctar adecuado a nuestros estados de ánimos,
la deliciosa melodía de fondo,
la resplandeciente luz que entraba por la ventana.

Ver las cortinas danzar al ritmo del aura  de la madrugada,
la ropa siempre en el piso, copas a  medio tomar,
caricias que nunca fueron gratuitas, mil lagrimas que hubo que pagar.

Los años corren y los recuerdos, 
no solo se agrietan, van tomando un sabor agrio,
imperceptible al regocijo y el bienestar.

                                                      NOELIA.